Pero vamos
a tomar el consejo de los mayores (o el “como dicen mi mamá y mis tías”, en
este caso) lo mejor para una gripe y el alma es un delicioso caldo o sopa de pollo.
Supongo que hay diferencia entre uno y el otro, pero creo que mi receta es más
sobre una sopa por los ingredientes. Y
como recién la hice (que por cierto quedó deliciosa y se siente tan rico
calientita en este día tan frío).
Bueno, aquí va la receta, que por cierto, no
uso mucho medidas exactas. Un amigo me
dijo que la cocina es más intuición que otra cosa. Así que a animarse a experimentar…. He aquí
mi parte científica. Jajajaja.
Ingredientes:
-
1 pechuga
de pollo
-
2 litros de
agua
-
Cebolla
-
Ajo
-
Sal y
pimienta
-
Arroz
-
2 tomates
-
Aceite
-
Chile
serrano o jalapeno (si te gusta picosita)
- Orégano
Preparación:
En una olla
se pone a hervir el agua. Agregar la
pechuga, un trozo de cebolla y ajo.
Cocer a fuego lento, mediano.
Recuerda quitar la espuma cuando empieza a hervir con la pechuga, para
que el caldo quede claro.
Mientras la
pechuga se va cociendo, pon en el vaso de la licuadora el tomate, un trozo de
cebolla, el chile, sal, pimienta y orégano (todo esto al gusto) y a
licuarlo. Antes acostumbraba utilizar un
cubo de pollo o de res para darle más sabor, pero en algún lugar leí que no era
muy saludable, asi que ahora sólo uso poca sal y pimienta para darle
sabor. Pero es tu decisión.
En un
sartén pon aceite y empieza a freir el arroz.
Ya que esté doradito, agrega la salsa que preparamos y deja hervir por
un par de minutos.
La pechuga
ya debe estar cocida. Sacala del caldo
(también la cebolla y el ajo, estos, en mi caso, van a la basura). Desmenuza o corta en trozos la pechuga y
vuelvela a poner en el caldo y agrega el arroz también.
Si quieres
le puedes agregar verduras como papas, zanahorias, elotitos, etc.
Deja cocer
hasta que el arroz (y verduras) estén en su punto, y listo. A disfrutar esta
rica sopa.
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